Ich und Du

En un lado de la habitación, tú. En el otro, también tú.
Te miras a los ojos.
¿Quién es?
Tú eres tú, eso hace que él sea el otro.
“El otro” piensa lo mismo.
¿Se puede decir que son la misma persona?
Lo fueron, en algún momento.
Él tampoco está en esta habitación.
¿O se habrá dividido, o duplicado?
Los dos piensan lo mismo, sus mentes corriendo a las mismas conclusiones.
Eso los hace iguales, piensan.
Pero no cambia que fueron dos mentes distintas.
Distintas e iguales, separadas por la consciencia individual.
¿Saben siquiera a quién le estoy hablando?